Época: Siglo XVIII
Escuela napolitana, siglo XVIII Niño Jesús con el Sagrado Corazón Madera tallada, policromada y lacada; escultura 33 x 15 cm – Base de plexiglás 31 x 10 La obra aquí presentada, por dimensiones y tema destinada a la devoción privada, representa al Niño Jesús en posición tendida y relajada, captado durante el sueño en alusión a la futura Pasión, muerte y Resurrección. El brazo derecho está apoyado sobre la cabeza, mientras que el izquierdo está levantado, sosteniendo en la mano el Sagrado Corazón. El rostro se caracteriza por una dulce expresión, con ojos cerrados y boca entreabierta, en una actitud de serena contemplación. El cuerpo está envuelto en un taparrabos ligeramente drapeado, según la tradición iconográfica del Niño Jesús. La elaboración presenta una suavidad típica de la escultura devocional del siglo XVIII, con un acabado brillante dado por el lacado, que confiere un brillo particular a la superficie. Las tonalidades cálidas de la piel y los cabellos rizados, pintados con matices rojizos, son elementos comunes en la escultura sacra del sur de Italia. La obra se inscribe, por tanto, en la tradición de la estatuaria devocional del siglo XVIII, particularmente difundida en el sur de Italia y en España. El tema del Niño Jesús durmiente o descansando era muy popular en las iglesias y oratorios privados, a menudo utilizado como objeto de veneración doméstica. La iconografía del Sagrado Corazón en la mano del Niño es una variante significativa: símbolo del divino amor y del sacrificio redentor de Cristo, esta adición sugiere una particular atención a la espiritualidad ligada al culto del Sagrado Corazón, promovido por los Jesuitas y difundido ampliamente en el siglo XVIII. Dada la policromía brillante, el lacado lustroso y la dulzura expresiva del rostro, la escultura podría pertenecer a la tradición napolitana del siglo XVIII. En particular, la escuela napolitana era célebre por la producción de esculturas de madera policromada destinadas a belenes o a imágenes devocionales domésticas.